Media sanción para modificar las jubilaciones de privilegio

El bloque de Juntos por el Cambio se retiró del recinto en protesta por la presencia de Scioli. El Frente de Todos contó con el número justo y se define cuándo pasa al Senado

 

 

 

Con la ausencia del interbloque de Juntos por el Cambio y en tan sólo tres horas de debate, el oficialismo logró dar media sanción en Diputados al proyecto de ley que modifica el régimen jubilatorio de funcionarios del Poder Judicial y el Servicio Exterior. La iniciativa fue aprobada por 128 votos a favor, provenientes del Frente de Todos y otras bancadas opositoras, y sólo hubo dos abstenciones.

La sesión estaba fijada para las 12.15. A esa hora, faltaban más de 30 diputados para alcanzar los 129 que son necesarios para llegar al quórum. Los legisladores de la izquierda Nicolás del Caño y Romina del Pla, y Alma Sapag, del Movimiento Popular Neuquino; eran los únicos legisladores opositores sentados en sus bancas. Media hora después, la diputada oficialista Cristina Álvarez Rodríguez recibía personalmente en el hemiciclo a los cordobeses Alejandra Vigo, Claudia Márquez, Paulo Cassinerio y Carlos Gutiérrez, del bloque de Córdoba Federal. Su presencia tuvo más peso que otras veces, ya que fueron los únicos del interbloque Federal, que conduce Eduardo Bucca, que se presentaron en el recinto.

Preocupado por la ausencia de propios y ajenos, mientras el reloj corría, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, pedía a los legisladores que se sentaran en sus asientos. Cuando se cumplió la media hora estipulada por reglamento para el inicio de la sesión, el dirigente del Frente Renovador concedió 15 minutos de prórroga. De a poco empezaron a ingresar los ocho integrantes del interbloque de Unidad Federal para el Desarrollo, que preside José Luis Ramón. Luego, apurado, arribó Eduardo Valdés, del Frente de Todos.

Cuando faltaba un minuto para que se cumpliera el tiempo extra la diputada oficialista Mabel Caparrós se sentó a las corridas en su banca y el oficialismo festejó el quórum. Rápido, casi en su totalidad, los diputados del interbloque de Juntos por el Cambio aparecieron detrás del cortinado. Su presidente, Mario Negri, pidió la palabra para cuestionar la presencia de Daniel Scioli, que fue designado embajador en Brasil. “No vamos a aceptar este atropello de armar quórum con un embajador”, advirtió el diputado radical. Y remarcó: “Esto es una enorme anormalidad”.

 

Gritos y protestas por Scioli

Entre los gritos de los diputados macristas Cristian Ritondo y Fernando Iglesias, y Juan López, de la Coalición Cívica- ARI, para que no se continúe con la sesión; Massa aclaró que Scioli aún no había presentado su renuncia como diputado y recordó que su designación como embajador se oficializaría recién “cuando se haya publicado en el Boletín Oficial”, algo que hasta el momento no sucedió.

El pliego de Scioli se aprobó en el Senado la semana pasada, sin embargo fuentes del oficialismo remarcaron que “todavía no renunció a su banca de diputado, ni fue designado formalmente por decreto presidencial”. Si bien el propio ex gobernador bonaerense sostuvo que asumiría su cargo como embajador el próximo 3 de marzo, desde el Frente de Todos señalaron que su asunción se podría retrasar unos días.

Mientras Juntos por el Cambio reiteraba su pedido para levantar la sesión, el presidente de la comisión de Previsión y Seguridad Social, Marcelo Casaretto, comenzó su exposición. Negri volvió a tomar la palabra y advirtió que si no se atendía su reclamo, desde el interbloque judicializarían la sesión y, de inmediato, se levantaron de sus bancas.

Cuando emprendían la retirada, Valdés se acercó a Negri y empezó una discusión acalorada. “No midas mi ética”, le reprochó el ex embajador en el Vaticano al legislador radical.

“Scioli ya recibió el plácet por parte del presidente de Brasil. No resiste el menor análisis lo que plantea el oficialismo. Vamos a judicializar”, dijo a BAE Negocios el legislador radical Alfredo Cornejo, de Juntos por el Cambio. En tanto, su compañero de bloque Alejandro Cacace, autor de un proyecto para reformar el régimen jubilatorio del Poder Judicial, en base al cual el interbloque opositor elaboró su dictamen de minoría, apuntó que “Juntos por el Cambio están de acuerdo con cambiar las jubilaciones de privilegio pero no salteándose las normas que corresponden”.

Para ese momento, el enojo en Juntos por el Cambio era con Massa por no haber llamado a “un cuarto intermedio”, pero también dentro del propio interbloque se pasaban factura por haber quedado “pegados a los jueces”.

En su intervención en el recinto, el diputado oficialista Carlos Heller sostuvo que Juntos por el Cambio “quiere impedir que se haga una reforma al sistema jubilatorio de los magistrados y diplomáticos” debido a “la obsecuencia que este espacio político siempre ha tenido con el Poder Judicial”. Y concluyó: “Estamos ante una maniobra burda de querer usar cuestiones formales para tratar de embarrar la legitimidad de una sesión que se ha constituido de pleno derecho”.

Desde el Frente de Todos sostenían que “la excusa de Juntos por el Cambio para no dar quórum era que el oficialismo no ponía la cláusula y ahora que se llegó al quórum la excusa para no participar de la sesión y, además, cuestionarla es que Scioli fue designado embajador”.

A las 16, el oficialismo dio media sanción al proyecto, con los votos de los 114 diputados del Frente de Todos presentes -cuatro estuvieron ausentes-, 8 del interbloque de Unidad Federal para el Desarrollo, 4 del bloque Córdoba Federal; Alma Sapag, del Movimiento Popular Neuquino; y Alejandro Rodríguez, de Consenso Federal.

Por pedido de los gremios judiciales, la bancada oficialista aceptó incorporar a los prosecretarios administrativos y jefes de despacho en el régimen especial, tal como están actualmente. En el texto original, los pasaban al régimen general.

El día anterior, en el plenario de comisiones, habían realizado otros cambios, en los que fijaban la edad jubilatoria para las mujeres en 60 años y para los hombres en 65 años, de manera escalonada; y eliminaban el inciso que planteaba que era necesario haberse desempeñado como mínimo 20 años en el Poder Judicial.

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